Voy a admitir algo: yo no soy una gran belleza. No tengo carita angelical, no tengo un cuerpo infernal y mido 1.54. Sin embargo desde que la conocí a ella, creo que me puedo considerar una mina con suerte.
Natalia era una mujer realmente fea. Tenía el pelo corto y se le veía el cuero cabelludo. Sus brazos y sus caderas realmente eran grandes. Sin embargo, lo más extraño que tenía eran sus ojos, los cuales no solo eran enormes sino que se encontraban inusualmente abiertos todo el tiempo. Siempre creí que no pestañaba.
Mi romance con Lucas iba viento en popa. Llevabamos tres semanas inseparables. Nos veíamos casi todos los días y los sábados salíamos juntos. Hasta esa noche. Fuimos, como todo fin de semana, a ver alguna banda que tocase ocasionalmente en algun barcito de zona sur. Como también es muy habitual, no tocaba ninguna banda medianamente conocida, entonces nos internamos a ver banditas que no trascendian (ni trascendieron) del ámbito local. Entramos de la mano, como ya soliamos andar, y alli, la vimos a ella.
- Cin, mejor nos vamos - ¿Por qué?
No termine de decir eso que vino ella... Ella y su pelo malpeinado, ella y su ropa del siglo pasado. Simplemente ella la mujer que Lucas antes usaba para calmar sus deseos más bajos y que indudablemente, estaba enamorada/obsesionada con él
- ¿Como esta la parejita feliz? La verdad se ven muy lindos juntos... Ojala no te pase como a mi chiquita, sabés que este usa a las mujeres y despúes las tira ¿No?
-Mirá Nati, no te metas con ella porque no tiene nada que ver con esto
- ¿Como que no? ¿No es por ella que me dejaste?_ gritó, casi aulló dejando caer la botella de cerveza que sostenía en sus manos
La gente se dio vuelta a ver tal escena. Natalia gritando como una desesperada, miles de vidrios por el suelo, mi pequeño ser cubierto de cerveza...
- Vos no sos ni siquiera capaz de pasar por mi casa, sos una basura con todas las letras, me dejas por esta pendeja que no cumplio ni los 18 años, solo por un impulso..
Y Lucas siendo golpeado por Natalia. Agarrandola de las muñecas para que deje de propinar golpes. Sali casi corriendo del lugar y me senté en el cordón de la avenida. No podía contener mis lágrimas y allí apareció él.
- Hola, mirá acabé de ver todo lo que pasó. Tomá, secate las lagrimas_ me tendió un pañuelo
- Gracias
- No, esta todo bien. Me llamo Javier, si querés podemos ir a tomar algo...
- Muchas gracias, pero no, seguro que en cualquier momento va a salir alguien a buscarme
- Cualquier cosa estoy aca al lado
Pasaron 10 minutos, Lucas no salía. Pasaron 20 Lucas no salía. A la media hora volví a entrar. Ví la escena más desagradable de mi vida. Natalia, con sangre en los brazos y con una borrachera infernal se abrazaba a Lucas
- Cin, yo te puedo explicar... - Esta todo bien Lucas. A mi no me gustan los quilombos (?)
Y salí de Grooveland. Y, obviamente, me fuí con Javier