Can I Play with Madness?

Sonaba Iron Maiden en la vieja rockola cuando alejé mis labios de los suyos. Me miro a los ojos unos segundos y yo tambien miraba esos ojos castaños que él tenía

- Sos una princesa
- ¿Que soy qué?
- Una princesita
- Y vos sos más cursi nene

Admito que no soy la persona más dulce del mundo. Mas bien, todo lo contrario. Pero creo que, esas palabras luego del primer beso, fueron demasiado apresuradas.

Nos levantamos, y fuimos hasta el auto de él. Recorrimos las calles de mi barrio y llegamos a la puerta de mi casa
- ¿Cin nos vamos a ver mañana?
- Mañana no. Si querés pasa el lunes por el colegio.

Y me dio otro beso. Aún más dulce que el otro. Corrí hacia adentro, subí las escaleras y me acosté en mi cama, con un cansancio de aquellos, pero con una alegria por dentro que no podia explicar.
Lucas realmente me gustaba

Llegó el lunes, me fue a buscar al colegio y pasamos nuestra tarde juntos. Asi el martes, el miercoles, el jueves, el viernes. Asi pasaron dos semanas
Mi vida de a poco fue cambiando por él. Sin embargo, en ese momento no me molestaba
Me enamoraba con cada absurdo detalle que me ofrecía. Con flores, con tarjetitas, cartas... hasta con coca colas. Si, todo me enamoraba de él. Y fueron dos semanas perfectas...

Pero habia un detalle, un pequeño detalle que yo no podia obviar: él no se encontraba solo aquel sábado por la noche. Aquella chica no era ni su hermana ni alguna amiga. Y muy pronto se haría notar.
Y de nuevo... arruinaria mi perfeccion.